El recuerdo del gran Dagueneau

Dorado limpio y brillante.
Con buena intensidad en nariz, complejo y con mucho que decir, mejorando constantemente en copa. Sutiles toques florales, una fruta delgada pero presente, piel de cítricos, atisbos herbáceos, un punto balsámico…pero lo que sin duda define a este vino es su portentosa mineralidad de pedernal, pura transparencia de su terruño.
En boca se encuentra en forma, algo apretado todavía pero dando una clara sensación de que se encuentra en un buen momento, todo está en su lugar, hay acidez, mucha verticalidad y una notable longitud, dejando en el final recuerdos de frutas amargas, puntas herbáceas y de nuevo esa portentosa mineralidad. Persistente.
Siempre es un placer disfrutar de una botella del gran Didier Dagueneau, en este caso este Silex demuestra lo bien que trabajaba el sauvignon blanc, vino equilibrado, directo, transparente y encantador, entrando en buen momento de consumo aunque con cuerda para rato. Un gran vino. Unos 70 euros.