Pude beber este vino, procedente de la venta de una bodega de un restorán de Barcelona que cerró. Desde eso hasta que llegó a mis manos pasaron unos meses, y no estaba muy seguro de las condiciones de conservación, pero pudieron más las ganas de probarlo por lo que me arriesgué.

El hecho es que cuando es la 1ª vez que catas un vino, sobre todo de un país que no es España, yo voy un poco despistado, ya que no tengo referencias. En todo caso la botella tipo Borgoña presenta uan cápsula y un corcho de calidad, una preciosa etiqueta clásica y una contraetiqueta con historia del vino, el nombre del enólogo y los varietales.

Color rojo granate, capa media-alta, lágrima interminable, menisco teja.

Nariz de habitación cerrada y especies como el clavo.

En boca predominio del regaliz, dulzón y orignal.

Me gustó este vino, diferente y personal, ya cuesta abajo pero perfectamente bebible todavía.

A ver cuándo puedo probar otra. No puntúo.

Aunque no a mejorado la evolucion a sido nula, sigue en lo alto, aunque no creo que ya mejore.

Sigue la nariz en pleno auge, muy presente la fruta negra y roja madura ( arandano, mora), aromas de caramelo, especias y mineralidad.

En boca la acidez esa muy presente y muy viva, intenso y sabroso, con los taninos muy pulidos, con gran carga futal, con toques de ahumados y cacao. Tiene un final largo y con un punto amargo que gusta.

Color rojo cereza de mucha profundidad con ribete granatoso.

En nariz es intenso, con mucha complejidad, aunque resulta goloso en todas sus fases, intensos aromas de azucar tostado (caramelo), especiado (pimenta negra, canela), fruta negra madura bien conjuntada con los aromas de crianza (cacao, chocolate), en el fondo ligeros toques florales y minerales. Gran nariz.

En boca es amplio, carnoso, con cuerpo, todavia mantiene una gran acidez y frescura, mucha carga de fruta negra (ciruela, arandanos), taninos marcados dulzones, tabaco, ahumados, retronasal muy perfumado, largo final donde combina lo goloso con un toque amargo.

Rojo picota con ribete teja. Mucho poso, tras la decantación el vino queda limpio y brillante. Capa media alta. Lágrima glicérica, lenta y densa.
Nariz profunda y cambiante. Al principio identificamos Pedro Ximenez y notas oxidativas. Poco a poco se abre y aparecen moras, frambuesas, Vicks Vaporub, tabaco de pipa, chocolate amargo, lácteos, algún resquicio cárnico y a cueros, madera vieja, bosque y humedad.
Boca refinada a la que el tiempo le ha venido de maravilla. Paso ligero, tanino suave, alcohol agresivo en un primer momento que se va suavizando con el aire y madera presente que no enmascara ninguna nota. Frutas negras, dejes dulzones y amargos bien compensados, tabaco, trufa, madera mojada, pelo húmedo y mineralidad.
Final largo, con un bouquet completo y elegante.
Un Douro bien formado y que apunta excelentes maneras, con todo muy bien puesto. Estos Vale Meāo saben mucho mejor con cuatro o cinco años, me queda una botella, así que tengo una única oportunidad para comprobar su evolución.

Esto da un empujón de moral que puedes permitirte cualquier fruslería. Me ha gustado aunque con reservas y debo destacar mucha madera aromática, tabacos y especias. Una fruta negra y roja en confitura, un buen golpe en el paladar deja buena persistencia, es muy glotón, bastante redondo y con un recorrido agradable... llega a ser aterciopelado al rato de saborear y pienso que los taninos se van fulminando en su paso con un final largo...Bien.

Con esta añada no voy a recrearme. Chocolate, vainilla y especias de pimienta muy fuertes con una fruta bastante madura. Taninos como bolts. Duro.