La bestia líquida

Rojo picota, ribetes cardenalicios, capa alta casi impenetrable.

Nariz de gran intensidad, una bomba de aromas primarios. Con aires de vino tinto moderno y expresivo, tiene una excelente integración alcohólica que podría incluso engañar en cata ciega. Frutas negras en licor, potentes especiados, balsámicos, minerales de grafito y tinta china, chocolate negro, café en grano, tabaco de pipa y maderas nobles tamizan una expresiva paleta aromática.

En boca es ahora mismo una bomba de sensaciones, con una potencia que asusta, pero siempre ofrecida con la nobleza de los grandes vinos. Muy poderoso en el paso, con redondez, sin aristas. Largo en el final que nos deja sensaciones de fruta negra, especias y torrefactos. Muy buena integración alcohólica. Leve sensación de dulzor. Taninos agresivos y presentes, pero magníficamente integrados. Este vino no engaña: el que más lo aguante mejor lo disfrutará, pues su evolución se mide en decenios.

Según Niepoort, este Vintage 2005 es el mejor vino que ha elaborado jamás. Yo no le voy a llevar la contraria. Es un misil líquido con un potencial sencillamente arrollador. No me quiero imaginar a lo que podrá llegar dentro de 40 años. Los amantes de las sensaciones fuertes lo pueden consumir ahora, pero lo suyo es aguantarlo mucho tiempo. No puntúo pues ahora creo que no merece la pena. Un vino salvaje. Por 65 euros pocos vinos pueden ofrecer tanto.