Esta añada promete, sí señor.

Dorado pálido limpio y brillante.
Nariz de media intensidad, de gran limpieza y verticalidad. Con el aire va ganando en expresión, pero lo que me cautiva es su austeridad. Hay flores blancas, fruta blanca madura y toques cítricos tenues, pero sobre todo hay mineralidad, pedernal, limpieza y seriedad.
En boca nos ofrece registros parecidos, destacando su enorme personalidad. Es austero y profundo. Tiene una magnífica acidez que vertebra todo el conjunto. De paso redondo, deja en posgusto un recuerdo mineral que tamiza el resto de sensaciones. Joven y con buen recorrido por delante. Persistente.
Hace pocos días probé este mismo vino del 2006 y cierto es que este 2007 aporta un ligero plus, por lo que se ve la calidad de esta enorme añada. Siempre he dicho que con Dönnhoff es complicado evaluar añadas por su regularidad, pero desde luego que ésta promete. Magnífico vino en enorme cosecha. Austero y mineral.