¿A dónde llegarás?

Dorado intenso, destellos cobrizos.

Nariz casi indescriptible. Este vino no hace más que evolucionar de forma positiva, cada vez mejor, desarrollando en la copa todos sus múltiples matices, cada vez es más complejo, más profundo, más esencial. Sencillamente salvaje. Frutos secos, especias, maderas nobles, brisa marina, tonos yodados, esencia mineral.

Y su paso por boca es igualmente bestial, larga, poderosa, envolvente, mineral, con una profundidad rara vez encontrada en un vino y con un final que emociona por su prestancia, con una larga persistencia. Un vino único que ahora está en un momento perfecto de consumo y disfrute.

Este vino es algo increíble, cada vez está mejor, 4 años después de la saca se encuentra cerca de las estrellas, cerca de la perfección. Un sueño de manzanilla, la manzanilla de mis sueños. Uno de los grandes vinos del mundo. Ya no me quedan botellas pero…su recuerdo será imborrable. Hay un antes y un después de este vino.