Con elegancia y vida por delante.

Han transcurrido 18 meses desde la última botella bebida de este vino y continua extraordinario. Corcho de gran calidad y en perfecto estado. Eso sí, una de las tapas de color vinoso por su prolongado contacto con el mismo.
A la vista igual, color rojo picota y granatoso de capa alta, limpio y brillante y con una pequeña precipitación que no te impide apurar la botella hasta el último "culín" de vino. Abundante, gruesa y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa. Ribete granatoso y con leves notas teja.
En nariz abundantísimas frutas, en sazón, negras y rojas. Madera de su crianza integrada y en muy segundo plano. No aparecen terciarios.
En boba es opulento, muy elegante, sedoso, aterciopelado, con mucho volumen en boca, muy frutal, con la madera en muy segundo término. Mantiene una elegante acidez que invita a beber y que le va a dar mucha vida. ¿Cuanta?, lo iremos comprobando durante 5 o 6 años. Botellas me quedan. Con los elegantes taninos domándose. Sin terciarios en boca. Es mineral y fino. Sedoso, voluminoso, frutal y elegante paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 4,30 minutos.

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