Casi 2 años después de la primera vez que bebí este estupendo vino, abro la segunda botella que guarde.
Y suscribo todo lo que la primera botella me dio, solo corregir un matiz, y es que ahora he podido comprobar que no estaba decayendo en boca, si no que tiene ese perfil sutil y dulce que mas que cansancio es una virtud.

Excelente vino.

Sin duda, la mejor añada que he probado hasta ahora. Un vino blanco pleno, redondo y equilibrado en boca. Sin excesos en nariz, almizcle y almibar, citricos y aromas mielosos

Asombra ver como siguen pasando los años por este alvhariño que no ha tocado barrica (todo envejecido en botellas) y sigue manteniéndose como un vino superior o lo siguiente.
El paso del tiempo le aporta color más intenso, pero se mantiene frutal, mineral en nariz y en boca.
Tiene una estabilidad y una profundidad que merece el sobresaliente.

Un año después de la última abrimos otra botella de este excepcional albariño y lo cierto es que todo continúa igual, nariz con buena intensidad y que va de menos a más, siempre combinando los tonos de frutas maduras y especias con trazas minerales, balsámicas y herbáceas, dando una sensación de gran complejidad.
En boca mantiene su garra y da la sensación de estar en su punto álgido, que mantendrá por cierto tiempo por su buena acidez y su equilibrio entre grasa y frescura. Muy armónico en el paso y con una gran profundidad en el final, dejando sensaciones de frutas maduras y un punto mineral muy marcado. Persistente.
Una de las mejores añadas de este vino que se puede decir que ha entrado en su mejor momento de consumo mostrando todas sus virtudes y confirmándose como uno de los mejores blancos de la península ibérica, perfecto compendio entre frescor y prestancia. Un gran vino.

Color dorado, reflejos oro viejo, limpio y brillante, lágrima persistente.
En nariz con intensidad media aparecen fruta blanca sobremadurada, también frutas cítricas escarchadas, flores secas y herbáceos, fondo mineral; todo muy complejo y sutil.
En boca tiene cuerpo medio anque fue ganado mientras evolucionaba, escasa acidez que ha ido dejando por el camino para llegar aquí, es untuoso, presencia de fruta blanca madura y cítricos, con recorrido final hacia amargos agradables. Persistencia suficiente.

Un alvarinho portugués sin barrica, capaz de llegar tan lejos. Una rareza aunque ya decayendo.

Botella abierta con una hora de antelación.
De color amarillo ligeramente dorado, reflejos también dorados y lagrima de gran densidad.
En nariz se aprecian aromas de fruta blanca y amarilla bastante madura, cítricos, notas florales y herbáceas, cierto toque lácteo y un fondo marcadamente mineral.
En boca tiene una entrada fresca, glicérica, untuosa, con una excelente acidez todavía y un postgusto bastante largo, con recuerdos de fruta madura, cítricos, gran mineralidad y un puntito amargoso al final.
Es la tercera botella que pruebo y cada vez está mejor, hasta donde llegará...

Dorado limpio y brillante.
Nariz de media intensidad, limpia y compleja. Con los años, este vino va desarrollando una aromática que le emparenta con ciertos riesling en especial alsacianos con notas de flor seca, lavanda, tonos herbáceos, piel cítrica, frutas blancas bien maduras, incluso en confitura y un cierto fondo mineral.
En boca es rico, potente, armónico, un vino en plena forma. Con una buena acidez y un paso limpio y redondo, resulta ligeramente graso y encantador en el final, dejando sensaciones de frutas maduras y piel cítrica con ciertos tonos amargosos. Buena persistencia.
A sus casi 10 años podemos decir que este vino está alcanzando su plenitud y mostrando toda la calidad que atesora la Quinta do Feital, de la que procede nuestro alvarinho preferido, este Dorado. Una pena los acontecimientos que rodean a la bodega, pero desde aquí mandamos un abrazo a Marcial. Aquí hay un gran vino.

Dorado verdoso. Limpio y brillante
Nariz de gran intensidad y completo abanico. Heno, fruta blanca, cardamomo, anisados, pimienta, leves apuntes lácteos, humedad y mineralidad. Sensaciones dulces.
Si hasta la fase anterior nos ha parecido un gran vino, es en boca donde confirmamos el magnífico trabajo de la bodega. Carnoso, potente y al mismo tiempo equilibrado, con buen caudal pero también con longitud y frescura. El paso empuja y marca los sabores, aunque al mismo tiempo limpia el paladar debido a su excelente acidez. Aparte de las notas anteriormente mencionadas, notamos un deje plástico y tostado.
Largo final que deja una impronta primaria y pedregosa.
Como comento al principio, creo que el título de Antoliano es perfecto. Es el mejor albariño, (al menos de los que yo conozco) de la Península Ibérica.
Un 2005 que continúa en plena forma.

En nariz tiene una inensidad medio-alta, precisa de un poco de tiempo para abrirse.Su fruta aparece en forma de pera madura y melocoton, con ligeras notas de melon.Despues aparecen notas amieladas y piedras de rio.Agitando la copa aparece una uva dulzona.

Ya en boca apesar de conservar buena acidez, se nota que va decayendo, es fresco, de paso sabroso y untuoso, se despide con hiebas verdes y notas minerales.Deja un recuerdo en boca bastante largo.

Muy bueno

Un gran blanco de Portugal con gran potencial de guarda, a ciegas lo hemos mandado la mayori a Alemania ( riesling ).

Amarillo dorado de media intensidad.

En nariz destacan los aromas de frutos citricos ( membrillo) y fruta blanca con hueso ( melocoton), manzana verde. ligeros aromas de querosenos, toques amielados y anisados, recuerdos herbaceos de laurel y gran fondo mineral.

En boca destaca la acidez marcada pero muy bien integrada, es fresco y todavia se mantiene vivo, es untuoso, la mineralidad esta muy presente en boca, final largo y con un ligero amargor. Un gran Albariño.