Clásico, pero no tanto

Catado en formato doble magnum, lo cual es bastante significativo, teniendo en cuenta que se trata de un vino habitualmente (al menos en añadas anteriores) de "corte clásico" y procedente de una añada extrema en cuanto a maduración de la uva, este vino con nombre aristocrático se presentó...

... con una visual de color granate de cama media-baja, con reflejos anaranjados. Limpio y brillante.

En la nariz destacan en primer plano las notas de crianza en barrica de roble americano, con aromas terciarios de cueros, sobre una más que celebrada fruta roja bien madura y golosa. De media intensidad, no presenta una gran complejidad en nariz pero, sin embargo, se muestra agradable y sugerente. En evolución aparecen notas de cerezas en licor, con una punta ligera de alcohol.

En boca se muestra sabroso, dulce, con más peso de fruta y extracción de lo esperado, en relación a añadas anteriores catadas de este mismo vino. También mucho más goloso que otras ocasiones (quizás también por el alcohol más patentes que en otras ocasiones). Taninos presentes, pero con muy buen afinamiento, sedosos, dulces. Fresco, con acidez que compensa el exceso de calidez y maduración. Longitud media.

En definitiva un vino que, quizás por la añada o por el formato doble magnum, mantiene unas cualidades más frutales y golosas de lo esperado por la línea evolutiva de esta etiqueta. Más amable y fácil de beber que en anteriores ediciones. Quizás, "menos clásico" de lo esperado...

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