El básico que todo elaborador debiera tener en la cabeza.

En este momento te llena los sentidos. Hierba, albaricoques, jazmín; no prima el componente frutal sobre el floral, si no que se superponen el uno al otro en función del momento. Ligero amargor que le da las aristas en la boca que hacen que no sientas el componente de densidad que está cerca de mostrarse. Una intensa acidez te barre todas las sensaciones y te prepara para el siguiente sorbo. Dura y dura y dura, es realmente persistente.

Son los últimos sorbos de vino en la casa en la que tantos amaneceres y atardeceres he podido disfrutar.

(PVP: Aprox 14 EUR)

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