Memoria a dulce.

Se ve en la copa una alta capa, roja muy oscura, borde cereza.

En nariz deja un aroma intenso y seductor a frutos secos avellanas, castañas, muy bien ensamblados los 15 meses de barrica, apareciendo eso si los tostados y granos de café.

Hay en boca una presencia multiple de regalices, se confirma el café y aparece una fruta roja contundente. El tanino casi integrado ya aunque aún se deja notar, el paso por boca tiene cuerpo consistente dejando un ligero amargor al final.

Es este un vino de los mediterráneos de ahora: tostado e intenso, que nos transmite su origen de suelo pobre en materia orgánica y calcáreo.
Servir mejor a 18º, gana mucho.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar