Giulio Grasso sigue una tradición centenaria en su finca de Treiso (18 ha

Giulio Grasso sigue una tradición centenaria en su finca de Treiso (18 ha. de viñedo). Picota con destellos rubí. Nariz de media intensidadk, muy fresca, balsámica, con toques especiados, fruta negra y suaves recuerdos terrosos. En boca es ligero, amargoso, con buena acidez y notable recorrido. Fresco e intenso.

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