Soli Invito Comiti

Esta leyenda es lo que me ha evocado este vino nada más verlo. Aparecía en bronces de Constantino el Grande en torno al 312 d.C., en honor al Dios Sol Invictus, compañero del emperador. El Dios Sol Invicto se hace compañero de esta joya de Baumard, cuando lo atraviesa con sus rayos...todo un despliegue de luz, precioso dorado, oro rojo, reflejos melocotón, puro, cristalino, brillante, límpido... perfecto

En nariz mantiene la calidad siendo franca y compleja, aromas de naranja escarchada, membrillo, melocotón, paraguaya, flores blancas (azahar), notas de tierra, por supuesto también miel...

En boca es glicérico, suave, elegante, aterciopelado, con una increíble acidez que llena toda la boca y es proporción aúrea para el azúcar que contiene, de nuevo cítricos, miel y un final eterno como su compañero Sol Invictus.

Le achacan a Domaine Des Baumard crear vinos demasiado perfectos (este desde luego esta cerca de serlo), y estar muy pulidos.. pero que no tienen alma. Pues bien, no sólo he comprobado que tienen alma, sino que además se han quedado con la mía.

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