Color rubí algo apagado, con matices marronosos bastante marcados y el borde atejado, limpio aunque sin mucho brillo.
Nariz reducida de inicio, bastante difusa, imprecisa: desván y maderas viejas, ligeros herbáceos, con un regusto algo dulzón que no desaparece del todo con la aireación.
La boca confirma lo apuntado: más ligero de lo habitual por lo que la acidez queda un poco descarnada; aparecen tímidas notas de fruta licorosa, pero los terciarios predominan. Final especiado.
Muy deslucido al ser catado junto al excelso 64. ¿botella o añada? Siempre complicado decirlo, pero diría que el 73, que tan buenas sorpresas depara en otras marcas, no fue un buen año en Tondonia. Veremos si aparece de nuevo en el camino y confirma o desmiente lo dicho.
Ahí amigo... es que el excelso 64 es un foreman en toda regla. En realidad, y aunque nunca hay verdades absolutas, comparar cualquier viejuno -salvo los grandes ygays o riscales- de cualquier añada (quizá con esas excepciones del 58, 62 o 68) con otro del 64 es entrar en combate, de primeras, en inferioridad de condiciones.
El 81 de tondonia me abro el jueves yo... pero estoy de un vagazo para hacer y subir notas que no veas.
Pasa buen verano, y, sobre todo, bebe buenos vinos.
Abrazote!
leñe, no seas malo, que no es para tanto por unos vinillos de nada ;-))
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