Me había gustado mucho el 2017, así que vamos de cabeza al 2019.
Capa tirando a alta, con un borde púrpura, lágrima densa pero no muy abundante.
En nariz muy buena intensidad, aquí si que se comportó como el 2017, una nariz con muchos matices, frutos dulces, especiado, pimienta, toques minerales, terrosos, algo de vainilla, punto balsámico, humo.
Es en boca donde encuentro la mayor diferencia con el 2017, algo más fluido con menos cuerpo, muy buena acidez, fresco, predomina la madera sobre la fruta, ese paso quizás demasiado fluido al principio, retorna con un retrogusto muy largo que envuelve.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.