Fotos:
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Rico monastrell
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Contraetiqueta
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En la copa
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Con el entrecotte gallego
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Con las chuletitas de cordero
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Con los embutidos ibéricos y el queso
Notable alto pero mejorará.
NOTA DE CATA:
8.91
CALIDAD-PRECIO:
10,0
Nos agenciamos este monovarietal de monastrell, confieso que influenciados por las altas puntuaciones obtenidas en distintas guías y por su moderado precio. Lo sacamos de nuestra vinoteca, lo abrimos y esperamos unos 30 minutos antes de proceder con su valoración a 17°C.
VISUAL: Su color es rojo rubí, de capa alta y destellos violáceos, con un amplio ribete brillante y cristalino, yendo a la gama de los rosas (93).
OLFATIVA: Nos sorprende a copa parada con notas cárnicas y sanguíneas, aderezado con un toque especiado de pimienta negra. Agitamos y aparece la fruta negra fresca, ciruela negra, arándanos y mora. También despunta un toquecito de flores azules y rojas, así como unos delicados especiados dulzones, avainillados, acompañados por apuntes amaderados y licorosos de duelas envinadas. Curiosa nariz, atípica, compleja y de intensidad media-alta (91).
GUSTATIVA: Buen punch, acidez alta, tanino al que le falta acabarse de pulir y que proporciona un tacto secante en el paso por boca. Amplio, de carnosidad media y con un retronasal en donde se aprecian toques florales. En el post-gusto aparecen notas de fresa ácida, frescos, para dar paso a un perfil amaderado, con el roble y unos finos tostados muy presentes. De fondo de nuevo asoman esos curiosos apuntes sanguíneos. Persiste dos minutos y 15 segundos en boca. Creo que todavía puede crecer en botella, en fase ascendente vamos, para alcanzar su plenitud en un par de años. Rica monastrell, notable alto, pero mejorará (88).
La RCP sabiendo que nos costó 7.50 euros, me parece excelente.
MARIDAJE: El primer día lo abrimos con un entrecotte de ternera gallega a la plancha. Otro día acompañó unas chuletitas de palo, y nos lo terminamos con unos embutidos ibéricos y un queso curado de oveja. El maridaje con el entrecotte fue un espectáculo, los apuntes cárnicos de la ternera y ese toque sanguíneo de nuestro monastrell armonizaron magníficamente. Rico, rico.
Salud-os!!