PS 2000...en el 2011

Cuando uno entra a valorar un vino como éste, procedente de buena cuna, y que cada vez más se está convirtiendo (si acaso no lo sea tal vez, ya), necesita ponerse serio. Prepararse al placer de llevarse algo a la boca, si no espléndido, digno de ser contemplado; valorado y disfrutado con la mayor de las calmas...aunque no siempre se consiga.
Con mucho tiempo transcurrido desde aquellos primeros Aaltos, abrimos una de las primeras añadas de este gran tinto de Mariano García.
Decantado casi una hora antes de su degustación. Creo que en este caso (no sé otros PS más jóvenes) resulta suficiente, pues el vino respira bien y nos permite una buena evolución desde la primera hasta la última copa.
Eso sí, no todo fué "pompa y boato": un servidor, en un alarde de buena torpeza, se cargó por completo medio tapón al intentar descorcharlo. He de decir que el corcho no mostraba síntomas de mal estado, apreciablemente.

Visualmente se presenta con un picota oscuro y con un buen brillo que no demuestran evolución ni resultan "fatigados" en el color. Luce una capa media-alta, tirando a alta.
La nariz demuestra intensidad, aunque no potencia, propiamente dicha. De todas formas, lo mejor es la expresividad que luce, su complejidad madura ya; serena. "Contemplación olfativa", la llamaría yo.
Tras "limpiar el vino" de sedimentos y demás partículas de corcho, se aprecian de primeras, las notas de tierra mojada, bosque húmedo. Hojarasca, matorral.
Después comienza a deleitarnos con fruta bien madura (frutillo negro y ciruelas), algo de compota...Tras las primeras copas y al tiempo, surgen las finas vainillas, chocolate dulce y cacao, venidos a menos. Poco protagonismo, eso sí, el de los tostados a estas alturas de la vida del vino.
Todo esto nos lleva a un PS en boca, y con todo el tiempo transcurrido de vida en la botella, a un tinto completamente domado, educado. Delicadamente cremoso; decididamente suave y dulce (buena cantidad de fruta, de nuevo). Un tanino completamente fundido en su sitio. La acidez, además debo de comentar que me resulta por lo menos en estos 70 cl. de buen Aalto, ya crítica; con lo cual a este vino se le presume el final de su buena vida y que ahora está nada más que para ser bebido sin contemplaciones. Conserva una buena longitud, entre chocolateada y de fruta negra en el paladar, con un final que desembocará en un postgusto de idénticos matices y buen persistencia.
Desde luego que debió tener mejores momentos este vino; pero no deja de ser un Aalto.
En todo caso, debo de agradecer al amigo Sergio, el que este gran vino del Sr. García, viajara desde esa Cantabria tan infinita, para llegar hasta estos lares... y a mi copa.

Gracias.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Kintiman

    Me alegra que te gustara, lo pasamos bien ese dia.
    Haber si volvemos a coincidir pronto.
    Un saludo, majo.

  2. #2

    All I Oli

    en respuesta a Kintiman
    Ver mensaje de Kintiman

    Yo más!!! (De bien, digo). Lo que dijo mi mujer: la próxima, o la liamos en el Somontano, cerquita de ella, o en el jardín de tu suegro, jejeje...

    Seguro que nos vemos pronto.

    Abrazos mil!!

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