Un vino imprescindible para mi y de grato recuerdo. He aprendido a no esperar mucho, porque no es un vino de guarda, más bien un vino para disfruta tras dos o tres años tras su salida. Algunas catas verticales de años que guardé, por ejemplo , la del primero en adelante, 1998, no funcionaron. Frutalidad especiada e inicios leves de oxidación . Potente e intenso en nariz y boca, algo cítrico , buena integración de la madera. No puedo evitarlo..
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