Sencillez en la copa.

Vino encerrado en una botella borgoñona que está vestida con una etiqueta de diseño clásico francés. Corto el corcho que la cierra es de silicona porosa y la cara que ha estado en contacto con el vino está ligeramente tintada.

      A la vista un color rojo picota y violáceo de capa media alta. Limpio y brillante. Con una fina, abundante y lenta lágrima en su carrera por el cáliz de la copa y al que tinta. Ribete granatoso y violáceo.

      En nariz frescas y sazonadas frutas rojas y madera de su crianza inapreciable.

      En boca es un vino fresco, jovial, frutal, sencillo, sin complicaciones, para poder disfrutarle en la comida de todos los días laborables, con los taninos domados y manteniendo una fresca acidez que invita a beber y que le dará 2-3 años de vida. Correcto, sencillo, fresco y frutal paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,30 minutos. Vino adquirido a 3,49 "lereles".