Vino que pertenece a uno de los grupos vinícola portugueses más importantes y muy conocido, Quinta De Aveleda. Fué uno de los primeros vinos que conocí en Portugal hace muchos, muchos años. Con decir que fué antes de la Revolución de los Claveles. Está todo dicho.  Hace años que no lo bebía .

     Y, ¿qué me he encontrado?. El vino se presenta en una botella bordelesa estilizada, vestida con una azulada y barroca etiqueta super clásica. El Corcho que la cierra de aglomerado, corto e indicando el nombre del vino.

      A la vista un color amarillo pálido y muy debil verde. Con una inapreciable lágrima que tarda mucho en aparecer por la copa.

      En nariz, ligerísimas frutas cítricas, débiles tropicales y algo de flores blancas. Todas ellas con escasa intensidad.

      En boca es muy, muy ligero, cítricos, algo de mineralidad, fresco, joven, desenfadado, con una viva acidez, algo de verdor y muy ligero "petillant". ¿Defectos?, pues ninguno. ¿Virtudes?, pues lo mismo. Parece que bebes agua. Suave y corto paso de boca. Me da una permanencia de 1,00 minuto