Vino presentado en una botella borgoñona que está vestida con una etiqueta de diseño clásico. Correcto el corcho que la cierra que es de silicona imitando al corcho (Nomacork). No indica añada. Se elaboran 30.000 botellas.

     A la vista un color amarillo pálido con notas verdes. Limpio y brillante. Buena, abundante, gruesa y lenta lágrima en su carrera por el cáliz de la copa.

     En nariz frescas frutas de hueso, manzana madura, cítricos y flores blancas.

     En boca es elegante, untuoso, glicérico, mineral, con cierto volumen, frutal y retornando con agrado las sazonadas frutas percibidas en la fase olfativa. Mantiene una fresca acidez que invita a beber y que le va a otorgar 2-3 años de vida en plena forma. Perderá frescura pero ganará en complejidad. Muy grato, untuoso, frutal y elegante paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,15 minutos.