Pues me susurra el mar

Y susurra bien, de forma curiosa y que no me esperaba.

Ya sea porque a la nariz le cuenta la fruta blanca de hueso, con notas florales, salinas y cítricas. Pimienta blanca y polvos de talco se unen a una buena carga mineral, con toques de bollería sutiles. Es delicado, fragante, con una intensidad marina que sorprende. Notas vegetales, de algas y matorral dan a esta nariz más complejidad.

En boca los amargos dan un carácter sápido al vino tremendo. Fruta blanca madura se mezcla con esas notas de algas y de flores, con la salinidad y la mineralidad. Los toques de bollería le dan un contrapuntillo dulce, con las especias picantes y los cítricos bien maduros dando más argumentos a una boca elegante, larga y salina. Notas de espárrago, que me recuerdan a la sauvignon blanc. 

Interesante vino que recomendaría probar. 

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