Un godello impresionante y señorial.

Y volvemos a este magnífico restaurante en el puerto del Grao de Castellón invitados por unos buenos amigos. La vez anterior nos sacaron este mismo vino pero de la añada 2019. En este caso se trata de un 2018. Veamos. Dejamos la botella abierta por espacio de unos 15 minutos antes de proceder con su valoración a unos 10°C.

VISUAL: Presenta un color amarillo pajizo, un poco más evolucionado que el 2019, con notas verdosas. Muy brillante y luminoso. Su lágrima es gruesa y abundante (90).

OLFATIVA: En primer término emana aromas cítricos de lima bastante marcados. Agitamos y aparecen fragancias intensas de flor blanca (jazmín) acompañadas por unas sutiles notas herbáceas de hinojo. Al rato encontramos más fruta, manzana verde y ciruela blanca, así como un toquecito lácteo de crema inglesa. Al final nos regala apuntes amaderados de gran calidad, una maravilla. Lo sentimos algo más lácteo y con la madera más presente, siendo su intensidad igualmente media-alta (93).

GUSTATIVA: Mantiene ese ataque tan bestial, altísima acidez y gran amplitud. Paso por boca cremosito, más aterciopelado si cabe que el 2019, con apuntes de pastelería muy golosos. En retronasal se nos antoja frutal pues percibimos aromas de manzana verde y pomelo. Y en el post-gusto volvemos a disfrutar de una maravilla de vino. Amabilidad tremenda, de cierta carnosidad, con notas de membrillo amarillo, algo de fruta blanca y amarilla y con la madera de fondo aportándole personalidad. Lo sentimos menos mineral que el 2019 pero gana en estructura con esa presencia del roble tan fantástica. Su persistencia nos ha dado 3 minutos y 15 segundos, una auténtica barbaridad para un blanco. En plena fase ascendente, probablemente en tres o cuatro años alcanzará su clímax. Un godello impresionante y señorial (94)

La RCP es buena pese a costar en tiendas unos 42 euros. Se trata de un vinazo.

MARIDAJE: Nos pedimos unos entrantes que consistieron en unas deliciosas ostras vivas, unas cigalitas a la plancha y unas espectaculares angulas con cocotxas y almejas. El plato fuerte fue un fantástico arrocito de castañuelas. Con todos los entrantes el maridaje fue muy acertado, pero con el arroz alucinamos en colores. Las notas marinas y especiadas intensas de la suculenta paellita de castañuelas armonizaron de modo sublime con los apuntes frutosos y amaderados de nuestro vinazo. Qué delicia amigos!.

Salud-os!!

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  1. #1

    Expatriator69

    Fotos:

    • Tremendo Godello

      Tremendo Godello

    • Las ostras vivas

      Las ostras vivas

    • Las cigalitas plancha

      Las cigalitas plancha

    • Las angulas con cocotxas y almejas

      Las angulas con cocotxas y almejas

    • Espectacular arrocito de castañuelas

      Espectacular arrocito de castañuelas

    • Delicioso

      Delicioso

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