Un cava sobresaliente.

Color amarillo-dorado con leves toques brillantes y burbuja abundante.

Aromas de media-alta intensidad donde dominan los frutos blancos, también frutos amarillos y algunos toques de frutas verdes, flores, hierbas de campo, toques balsámicos,  vegetales y leves atisbos de pastelería, muy compleja y de buena calidad la nariz..

En boca es aún mejor, el paso muy agradable y de muy buen beber, un poco más "salvaje" que el 2011, ya que necesita aún repooso, el paso sabroso y al mismo tiempo con cierta elegancia que crecerá con el tiempo en botella, ñeves recuerdos herbáceos y frutosos,  el final es largo y tiene una buena persistencia.

Necesita unos añitos más en botrella, aunque ya se encuentra bastante bebible.

Para mi es muy, pero muy parecido al 2016, tanto, que hice una comparativa a ciegas y no podia distinguir uno de el otro.

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