olor ámbar anaranjado, limpio y brillante, glicérico en lágrima a copa movida. Sin defectos.

Pronunciado en aromas viejos oxidativos y limpios, con recuerdo de monte bajo (tomillo), caliza mineral, tabaco rubio, pan de centeno, almendrados, tostados, higos secos, miel de campo. Puntas de humo. Un vino ya evolucionado por su vejez.

Seco en boca, con cuerpo medio y alcohol medio. Acidez casi media jugosa, hace salivar. Notas pronunciadas minerales y salinas en boca, floral, laurel y notas de té, tiza, sal, y el resto de las confirmadas en fase olfativa. Un vino muy concentrado, con media+ complejidad y muy equilibrado entre alcohol, acidez y aromas de evolución, con alguno de vejez muy intenso. Final larguísimo.

Exquisito en calidad, para momentos delicados, en soledad o en amistad, en la casa con un libro o en una taberna o tabanco. En bodega debe ser celestial.

Creo que podría elaborarse algún vino más viejo, pero será otro cantar, porque potencial existe.

NOTA

95+ ( con potencial)