Blanco ligero y fresco, ideal para el verano. Es el primer monovarietal de treixadura que pruebo.
Color oro blanco, muy brillante.
Aromas tenues y sutiles en donde destacan algunas notas a fruta fresca como tangerino y manzana golden. También se percibe algo de cítrico (limón) y un nota herbal que recuerda al hinojo.
En boca es increiblemente fresco, suave. Excelente acidez. Se bebe con mucha facilidad.
Me parece un vino ideal para un aperitivo, para un pica-pica a base de mariscos como berberechos o almejas, navajas, ostras ... tal vez con ceviche o un aguachile de gamba o callo de hacha.
Hay vinos al los que no les buscamos medallas o altas puntuaciones, pero en los que encontramos una excelente armonía con algún tipo de gastronomía en particular, y este creo que es el caso.
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