Color cereza. A copa parada destaca el roble nuevo de calidad. Después

Color cereza. A copa parada destaca el roble nuevo de calidad. Después aparece fruta negra (moras, guindas y cerezas), tabaco y cirios. Nariz agradable, ligeramente balsámica, especiada y mineral, bien construida, aunque de carácter no muy frutal. Falta desarrollar complejidad. Boca potente, muy mineral, de marcada acidez pero bien compensada en alcohol, taninos dulzones, tostados y algo secantes. El retronasal repite la nariz (y algo de ebanistería tipo maderas viejas???), y el posgusto un amargor casi imperceptible. Puede llegar a cansar por su potencia (¿es esto lo que llaman chapapote?), que impide centrarse en los matices. Creo que sería justo recatarlo tras el verano, porque con este calor encontrar las condiciones adecuadas es imposible.

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