Porque indiferente no deja a nadie. En mi caso, pues no me acabó porque era demasiado amanzanado, con un perfil de vino natural en el que no me entero de la variedad (será que tengo el paladar demasiado trabajado en vinos no naturales).
La nariz empieza con una carga cítrica, que deja paso a la manzana asada, con balsámicos y notas de medicamento. Aparecen flores, matorral mediterráneo, anisados suaves y una buena mineralidad. Esta parte comienza bien, pero la manzana empieza a dominarla (mucho) con aireación, mezclándose con los cítricos.
En boca tiene un buen ataque, con una acidez excelente y una carga frutal comandada por la manzana y un fondo cítrico. El carbónico hace acto de presencia, pero no es molesto. Los balsámicos y anisados van floreciendo junto a margaritas y el matorral. Y la manzana vuelve a la carga dominando el conjunto. Es largo y cremoso, con un buen punto amargo.
Tiene un punto asidrado que encuentro en todos los vinos naturales, pero en este caso, era un punto más acentuado. Se le notan muchas características, pero al final la manzana lo tapa todo (como mínimo en mi caso).
Y viendo las notas anteriores, debo ser yo xD
Color amarillo pajizo con reflejos verdes y algo dorados.
Es de un aroma franco y natural, se sienten las lías, casi la fermentación, toque de manzana asada, manzanilla, flavor del tostado de la barrica, moka, crema, mantequilla y un alcohol fragante.
En boca tiene cuerpo y una rica acidez, lo saboreas y lo paladeas con pasión y ganas, se agarra al paladar, punto seco y serio, tanico, muy largo y algo ancho, maduro, para saborearlo ahora y en mucho tiempo.
Sin duda marca un antes y un después no solo en los Txakolis, si no en los vinos blancos del estado.
Y tal como reza en su etiqueta con los versos de Mikel Laboa, sugiero escuchar el tema Baga, biga, higa en la versión de Iñaki Salvador, en sus variaciones del disco Lilurarik ez.
Vista: color amarillo pálido con tonos limón, ribete color de oro blanco, limpio y brillante. Podemos observar un ligero carbónico inicial.
Olfato: de inicio encontramos notas de medicamento, destacan después las de fruta, fruta blanca y cítrica, pera limonera, manzana verde al horno, pomelo, miel y canela, notas vegetal de rapón y agrios... hay un trasfondo muy sutil de humo de tabaco, leña al fuego y brasas.
Gusto: inicio fresco donde podemos notar leves notas carbónicas, chisporrotea, glicérico, con cierto volumen, persistente, largo, muy buena acidez y una deliciosa sensación final de amargo de angostura.
Color amarillo pajizo de aspecto velado, brillante.
Nariz de intensidad media, notas iniciales manzana verde, cítricos, notas minerales, tiza, floral.
En boca es fresco, manzana verde, sutil toque carbónico, cítricos, cuerpo ligero, final mineral de carácter floral de buena persistencia.
Makro 2018
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