Manzanillón casi 8 años después de su saca

Botella idéntica a la de "La Bota de Manzanilla 32" original salvo por una nueva minietiqueta debajo de la etiqueta principal donde señala que es de la serie "5 años después...", es decir, de un lote de 600 botellas almacenadas en bodega de octubre de 2011 a noviembre de 2016 y comercializadas a partir de esta última fecha.

Cierre cabezudo de aglomerado de corcho en muy buen estado aunque con el interior oscuro y bañado en vino hasta aproximadamente medio centímetro. Huele bien.

Vino abierto de 15-30 minutos antes de ser disfrutado y servido a unos 10ºC en copa amplia.

Visual

Ámbar con ligeros reflejos algo más oscuros (tendentes al ocre), de capa media-baja, limpia, brillante y de fina y abundante lágrima de lenta caída.

Excelente visual en una manzanilla ya de cierta edad cuando se hizo su saca (en octubre de 2011) pero que lleva ya casi 8 años embotellada. (9,5)

Nariz

Intensidad elevada desde el inicio y que va a más con la oxigenación.

Salinidad y yodados desbordantes, brisa marina, flores blancas marchitas, aldehídos, tiza, velo de flor (que aún se percibe poderoso a pesar del tiempo pasado en botella), pera de agua muy madura, frutos secos (almendras y avellanas) tostados, herbáceos, camomila en infusión, madera de bota vieja sanluqueña y notas que recuerdan muy ligeramente a barnices y al acetato de etilo (pegamento).

Gran intensidad y complejidad. Gana con la oxigenación. Si no se tiene tiempo suficiente, aconsejo la decantación para forzar una oxigenación más rápida y un servicio a unos 10-12ºC para poder apreciar toda su complejidad y grandeza. (9,7)

Boca

Ataque poderoso y expansivo en boca, de muy buena salinidad y mineralidad, envolvente, equilibrado, bastante cremoso y untuoso, de buen peso, y contundencia, densidad media plus, estupenda estructura junto a un cuerpo y volumen medio-alto.

A pesar de su edad, es un vino con frescura y con notas minerales y salinas a raudales en el paso por boca, manteniendo una acidez bastante razonable para su edad que lo hace suave y muy fácil de beber a pesar de su tremenda complejidad. 

El final es, sencillamente, eterno, con notas de frutos secos tostados, pera de agua muy madura, herbáceos, mentolados, salinidad y mineralidad a raudales junto a un fondo de madera de bota vieja sanluqueña y una untuosidad que dejan un retrogusto espectacular; en vía retronasal reaparecen los mentolados, herbáceos, las notas marinas y yodadas en una retronasal elegante y, sencillamente, tremenda. (9,9)

Manzanillón con casi 8 años embotellada desde su saca. Brutal. De una elegancia, suavidad, salinidad, complejidad y equilibrio excepcionales.

Gran desarrollo en botella. 

Su PVP después de la saca de octubre de 2011 (a finales de 2011, 2012 y 2013, en plena crisis económica, rondaba los 18€). Excelente RCP por entonces.

La 2ª edición de esta manzanilla, de noviembre de 2016, ya subió algo entre 20-30€. En mi caso, pude conseguirla por 29€ el cuál es un precio más elevado pero razonable para el tiempo que ha pasado y teniendo en cuenta que la guarda de 5 años en bodega de la botella, bien vale esos 10-11€ más viendo el estado actual del vino.

Todavía se puede conseguir (en Lavinia), pero ya a casi 39€ la botella, precio ciertamente algo elevado pero que para la calidad que ofrece el vino, todavía es más que razonable.

Me queda alguna botella más que espero no tardar mucho en abrir (con la compañía adecuada para apreciar esta tipología de vinos).

Excelente RCP en cualquier caso.

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