Botella borgoñona de etiquetado moderno pero, a la vez, algo anodino.

Cierre de corcho técnico de aglomerado 1+1 poco bañado en vino rojo picota granatoso por el interior. Huele bien.

Abierto un poco antes de su disfrute.

Visual

Picota rubí oscuro de capa media-baja, ribete anaranjado-transparente, limpio, brillante y de buena lágrima, fina y abundante.

Buen corcho pero visual no demasiado bonita y algo oxidativa para no tener ni 4 años. (8)

Nariz

De notable intensidad a fruta roja muy madura (casi seca), muy licoroso (excesivamente), herbáceos potentes (tomillo, lavanda, romero), especias, regaliz, balsámico-mentolados y un fondo medicamentoso muy notable (jarabe para la tos) que no me satisface demasiado.

Nariz intensa, oxidativa, de mediana complejidad pero que no me convence (poco equilibrada y demasiado licorosa). (5,9)

Boca

Ataque frutal y de buena potencia para su tipología, suave, de taninos punzantes y potentes pero sedosos, algo cálido de más (licoroso), acidez baja, volumen medio-alto, cuerpo medio-alto y buena estructura aunque con desequilibrio (pues el alcohol, para 13%, se nota demasiado y falta mucha acidez).

Paso por boca balsámico y medicamentoso, artificial, poco ligero en cuanto se sube un pelín de temperatura, bastante alcohólico a pesar de su modesta graduación y algo falto de equilibrio. 

Boca algo mejor que la nariz pero que tampoco me entusiasma nada. Garnacha poco fresca, muy licorosa, artificial y medicamentosa. (6,2)

Garnacha, EMHO, muy floja con menos de 4 años de vida. El corcho está perfecto, el vino no tiene defectos, la conservación fue buena pero me da la impresión que es así y, EMHO, no me ha entusiasmado en absoluto.

Quizás es que lo he bebido "tarde" y debería haberlo tomado en 2017. En cualquier caso, un buen vino, no puede caerse tan rápido por pasarte unos meses o 1-2 años de su óptimo de consumo.

No me ha "ilusionado" nada.

PVP que ronda los 8-9€. RCP mala.