Vino encerrado en una botella borgoñona que está vestida con una etiqueta moderna en su diseño y en la que predomina el color azul. Correcto el corcho que la cierra.
A la vista un color amarillo dorado. Limpio y brillante. Muy buena, densa y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa.
En nariz es muy varietal. Con notas de mantequilla, lichis, leche y leves notas de frutas tropicales.
En boca es legante, varietal, equilibrado, untuoso y glicérico. Madera de su elaboración muy difuminada. Manda la fruta. Mantiene una acidez que invita a beber y que le otorgará buena vejez.
Muy grato, sedoso y elegante paso de boca. No es un vino muy largo. Me da una permanencia de 2,00 minutos. Esperaba más.
He bebido botellas de varias añadas, pero la del 2016 me ha decepcionado un poco. Eso no es problema para que le vea otra vez en una carta de vinos y le pida. Saludos desde Comillas.
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