Joven e ilusionante proyecto liderado por Jaime Postigo en Peñaranda de Duero, que va dar mucho que hablar en el panorama vinícola nacional e internacional. He tenido la suerte de de conocer este esperanzador proyecto bajo la dirección de Jaime Postigo y sinceramente todos sus vinos me han sorprendido para muy, muy bien.

    Vino encerrado en una botella bordelesa que está vestida con una elegante, moderna  y oscura etiqueta en la que predomina el color negro y el rojo. Corcho que la cierra de gran calidad.

    A la vista un color rojo picota de capa alta. Limpio y brillante. Muy buena, abundante, densa y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa al que tinta.  Ribete granate y violáceo.

     En nariz abundantes y frescas frutas rojas y del bosque junto con elegantes y sabrosas vainillas.

     En boca es donde mejor se expresa.  Muy elegante, equilibrado, untuoso, sedoso, carnoso, muy frutal, y con mucho volumen. Te llena con mucha elegancia la boca. Taninos domándose. Es un vino con mucha vida. Ahora mantiene una elegante acidez que junto con su volumen en alcohol, que no se percibe, le dará muchos años de vida. Muy grato, sedoso y elegante paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos.