El vino Cuveé Jean-Paul Gascogne Rosé 2015 se presenta vestido con un color rojo-piel de cebolla.
La nariz al principio se muestra algo retraída pero crece y deja ver sus cualidades. Se aprecian agradables aromas a fruta roja fresca y tersa. Las notas herbáceas le dan un poco de nervio y vida.
La entrada en boca es buena, y se vuelven a apreciar los aromas herbáceos que se adivinaban en nariz. Fruta fresca y ligero amargor.

Bonito color salmón con reflejos cobrizos.

Nariz media con fruta tropical (melón verde) y algún recuerdo de fruta roja con notas vegetales y matices lácticos.

Buen ataque, buen paso con fruta, estructura y correcta acidez. Un estilo de rosados que tira más a blanco que a tinto, con más finura, agradable y fácil de beber.

Visual: color salmón con reflejos cobrizos
Olfativa: fruta roja, algo de tropical y un fondo muy vegetal con notas herbáceas
Gustativa: buen ataque, correcta acidez y retronasal algo corto.

Color piel de cebolla claro.
La nariz es tímida, tras aireación asoman marcadas notas vegetales y algo de fruta rocja.
En boca es seco, sencillo, con buena acidez, honesto, limpio y marcado por sensaciones vegetales y amargosas.
De trago largo y sin complicaciones. Me gusta este tipo de vino.

De color piel de cebolla, es límpido y brillante.
En nariz tiene una intensidad media-baja, frutal, tiene aromas vegetales que lo hacen fresco y le da un aire desenfadado.
En boca resulta suave, frutal, con buena acidez, notas herbáceas y ligeramente amargo.

Color salmón con reflejos cobrizos.
Comienza con una nariz algo tímida donde destaca un toque vegetal fresco y una sinuosa fruta roja, aire meloso y herbal.

En la boca crece y se expresa algo más, tiene un punto de amargor rico y se muestra sabroso, rica acidez. La fruta se muestra algo tímida se va dibujando en el conjunto, sin golosinas. Un vino bien diseñado una buena copa de bienvenida.