Como tantos otros miembros del nutrido club de "los vinos españoles

Como tantos otros miembros del nutrido club de "los vinos españoles con pretensiones", a este socio le sobra extracción y madera. Entre las dos se cargan la fruta que pudiera asomar y, no digamos ya, la expresión varietal. De ésta nada. Al que le encandile el cacao, el café, los torrefactos varios, la vainilla y ciertos dejes balsámicos y especiados por obra y gracia de la barrica, se sentirá reconfortado. Si encima le pirra una montaña de taninos mal domados, una dulcedumbre masticable, una acidez reinqueante y una sensación alcohólica ardiente y avasalladora, entonces, ¡la gloria! ¿Qué es un vino piedra al más puro estilo internacional? La respuesta en esta botella.