Cremoso

Dorado, limpio, brillante y glicérico.
La savagnin con flor siempre me da unos toques primordialmente cremosos y lácteos, es un vino que me sabe y me huele a verano, a esas bolsas de playa que abrimos de temporada en temporada y que tienen rastros de arena, plástico y crema Nivea. Además, detectamos herbáceos, pimienta, almendra, botica y fósforo.
Boca armada, sorprendentemente el grado ha subido desde los 12.5º hasta los 14º en los dos últimos años. Pese a ello todo está controlado (quizá la madera sea lo que más destaque) y lo encontramos relativamente redondo. Notable acidez.
Final largo y persistente.
Versátil y fino pero cada vez más caro.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar