Ya lo había catado en ferias y encuentros, pero esta es mi primera botella

Ya lo había catado en ferias y encuentros, pero esta es mi primera botella. Vaya cena de cumpleaños que me brindó MA con este auténtico VINAZO. Rojo picota de ribete amoratado y capa alta, con lágrima abundante, lenta y tintada. Nariz espectacular y compleja, de hermosa potencia, que hace que odies el momento en que se te acaba la útima copa, pues no para de evolucionar, con aromas a fruta negra, deliciosa mineralidad con mina de lápiz, pimienta negra, lácteos, toques balsámicos, monte bajo, tabaco, cacao, café, caramelo tofee, cedro y deliciosos tostados muy integrados. La boca es una pasada, con un espectacular ataque y un amplísimo recorrido donde con un paso sedoso, sigue dejando fruta y chocolate. Es denso, carnoso, con cuerpo, sabrosísimo, de una acidez perfectamente equilibrada, donde el alcohol está muy integrado, con retronasal frutal, mineral y algo floral, de taninos maduros y deliciosos que dejan un postgusto de eterna persistencia. Esto si que es enamorarse de un vino, que elegancia, potencia, equilibrio y redondez. Le dejo el 10 para el futuro, pues pienso que es un infanticidio y que le queda un gran futuro.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar