Uno de esos mitos que cada vez son más difíciles de encontrar

Amarillo intenso que no llega a ser dorado. Glicérico, limpio y con brillo.
La nariz coge aceleración muy rápidamente y enseguida comienza a ofrecer notas bien definidas: uva blanca, cítricos, piel de manzana verde, multitud de toques herbáceos, carne de membrillo, pimienta, madera húmeda y una elevada dosis pedregosa.
La boca es complicada de definir ya que, aunque en primer lugar la notamos tirante y austera, sí que muestra un esqueleto considerable. Gran acidez y madera maravillosamente trabajada, realmente no se percibe. El alcohol sin embargo se hace más presente cuando aumenta la temperatura. Matices a fruta, heno y caja de cerillas. Mineralidad muy marcada.
Final largo y salino.
Longitud, definición y una materia prima aún por desarrollarse. Habrá quien piense (no sin razón) que beber un 2012 es un infanticidio, aún así es tan complicado encontrar este Vatan, que no dudaré en descorchar las botellas que tenga a tiro, por muy jóvenes que sean.

  1. #1

    saguibial

    La verdad es que se trata de una joya.Creo que vale la pena probarlo con 10 años de edad.Con la edad alcanza una complejidad y una elegancia brutales.
    Desde luego cuando "se vea"una botella,hay que cojerla.
    Saludos

    Alejandro

  2. #2

    Gondorff

    en respuesta a saguibial
    Ver mensaje de saguibial

    Tengo un par de botellas en casa, el problema es que como es un vino tan complicado de encontrar, me costará beberlas.

    Un abrazo,

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