Poquita cosa.

Vino encerrado en una botella borgoñona, cerrado con un tapón de rosca y vestido con una etiqueta un poco pasada de moda.
A la vista un color salmón y piel cebolla muy pálido. Limpio y brillante. Fina lágrima la que se desliza por el cáliz de la copa.
En nariz, frutillas rojas, caramelo de nata y fresa. Pero todo ello muy liviano. Algún cítrico.
En boca, es fresco, muy sencillo, con una elegante acidez que le dará algo de vida 1,5-2 años. Cierta untuosidad. Notas cítricas y de frutas rojas sazonándose. Con un paso de boca sencillo y ligero. No es muy largo. Me da una permanencia de 1,45 minutos
Un rosado que nunca pedíría, ni compraria. Me gustan con más caracter. No tiene defectos, pero tampoco virtudes.

Recomendado por 1 usuario

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar