También yo, como Gonzalo, esperaba más de este vino. Cierto es que no

También yo, como Gonzalo, esperaba más de este vino. Cierto es que no fueron las condiciones adecuadas, pero no es normal que un vino de esta categoría pase sin pena ni gloria en una cena, por más buena que esté la comida.

Color cereza de buena capa, aroma con predominio de los tostados del roble, torrefactos, algún atisbo de dulzor de fruta muy madura, algo de minerales. Todo muy prometedor, como si el vino pudiese llegar a ’explotar’ en cualquier momento, pero sin llegar a hacerlo. En boca, ocurre algo muy parecido. Es también un vino con presencia, de notable calidad pero falto de expresión, de pegada. Es potente y llena la boca, pero el roble sobresale sobre la fruta. Es maduro, con señorío pero sin gran interés. Espero que haya sido esa botella y que el vino, tomado en condiciones más adecuadas, exprese todo lo que parece esconder.