Otra grata sorpresa?

Y es que está dejando de sorprender encontrar una botella vieja de Torres que no esté notable; un Gran Coronas 82 grande, un Viña Sol Rva. 66 de gran nivel y un Abocado del 53 memorable.
Este es el "simple" Sangre de Toro, con 46 años a sus espaldas, y ha vuelto a cumplir con creces.

Color rubí con reflejos picota y granates, de capa media, muy limpio y brillante, para nada demuestra su edad.

Nariz de buena intensidad y complejidad, con fruta negra muy madura pero nada licorosa, un toque de hierbas y apuntes medicinales (botiquín), cuero y leves torrefactos, con trazas minerales y apuntes balsámicos.

En boca es muy sabroso, con los tanino a pulidos pero con mucha vivacidad, fresca acidez, notas balsámicas (after eight), ciruela negra, tabaco y un punto levemente enranciado. Final largo, nada cálido, que deja recuerdos terciarios.

Un vino realmente apetecible y redondo, sin la complejidad de los grandes, pero que ha envejecido de forma envidiable.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar