Bueno, aunque en fase de declive

Caoba cobrizo. Limpio, brillante y sin poso. Sorprende el nivel de líquido, prácticamente hasta el final del cuello de la botella, pese a su infame corcho.
Aromas complejos y engañosamente dulces. Flor marchita, corteza de naranja, paraguaya, miel, algún punzante y mentolado, canela, mantequilla, toques yodados, humedad y piedras. Desde que lo abrimos se muestra abierto y no decae.
Paso secante, salino y con ciertas puntas alcohólicas cuando se calienta. Sensaciones oxidativas y cortantes, notable acidez. Esa dulcedumbre detectada en la fase anterior sólo se demuestra en una textura densa, sedosa y grasa que deja recuerdos a agua de azahar. Postgusto de intensidad media, con matices de vino viejo.
Hoy estaba más vivo que ayer y sin embargo lo notamos ya en un momento de cansancio. Merece la pena de todos modos, se trata de un blanco de casi 50 años, polivalente y con un gran abanico. Nos queda mucho aún por descubrir en Portugal.

  1. #1

    EuSaenz

    Un vino que se está viendo mucho por la importación de la gente de Terras de Portugal, pero que para mí tampoco es gran cosa, aunque por lo menos no es caro. En cualquier caso, los blancos portugueses son todo un mundo…

    Saludos,
    Eugenio.

  2. #2

    Gondorff

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    Los vinos viejos de la bodega (tanto tintos como blancos) tienen tan poco grado alcohólico que no poseen estructura para aguantar demasiado tiempo. Brice ha probado 1939 y 1940 y me comentó que ambos estaban muertos.

    Un abrazo,

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar