Espumoso “método sanluqueño”

Dorado pálido brillante, burbuja pequeña y abundante.
En nariz tiene buena intensidad y marcada expresividad, es un vino con cierta madurez y profundidad. Notas florales, frutas blancas de hueso, trazas ahumadas, ciertos recuerdos de frutos secos, un marcado peso mineral y algunos toques de especias. Sutil y mineral por encima de todo, con mucha limpieza.
En boca sorprende por su equilibrio, si bien un tiempo más de guarda le hará bien para integrar registros, tiene acidez y frescura y resulta muy agradable por su redondez, dejando de nuevo las sensaciones de frutos secos y los recuerdos minerales en el final, con una buena persistencia. Carbónico bien integrado, al estar embotellado con menos presión.
Nos encontramos ante un espumoso “método sanluqueño”, uvas de listán (palomino), vino guardado en damajuanas, un año más o menos en rima y embotellado con 4’5 atmósferas de presión y tapón de chapa. Se nota la albariza, hay frescura y mineralidad, trasciende esa conexión “champagne-sherry”. Unos 25 euros y solo 180 botellas de momento…