Sei Solo es el gran protagonista del proyecto personal de Javier Zaccagnini. Un Ribera del Duero con personalidad propia, elegante, refinado, sin la gran estructura ni concentración que, según mi opinión esta denominación me tiene acostumbrado. Ya el preludio, el segundo vino era un vino muy agradable, frutal y muy sutil y este es un vino profundo, potente y refinado. Un disfrute de este gran vino. Sei Solo son las dos primeras palabras de una obra de Bach, el conjunto de seis obras conocido como 'Sonatas y Partitas para violín solo, originalmente 'Sei Solo a Violino sensa Basso accompagnato'. Color rojo casi negro brillante. En nariz aromas a fruta roja madura y una delicada madera. En boca aparecen unos taninos muy sedosos, con notas de vainilla y frutas en licor. Muy elegante, con carácter, fino y persistente, muy buena acidez y un final largo. Le queda mucho tiempo en botella y ganará, pero ya se puede disfrutar de su sedosidad y elegancia.

Vino color picota madura con ribete rubí, capa media alta, limpio, brillante y lágrima fina y tintada.
En nariz con buena intensidad, un verdadero frutero, cerezas, moras, frambuesas, arandanos maduros y ciruelas, frutas negras y rojas en cantidad y calidad, pefectamente entremezclada, acompañada de monte bajo, romeros, tomillos, cedro y pino, con raza, expresivo, contundente, notas de hojarasca y sin perder la fruta en ningún momento, finos tostados, aromas limpios y bien definidos.
El paso por boca, potente, con cuerpo, muy afrutado, frutas rojas y negras, con volumen, largo recorrido, amplio, expresivo, bien hecho, con estructura, en segundo plano tenemos un monte bajo muy suave, buena acidez, equilibrado y un tanino potente y aterciopelado.
Retronasal, afrutada.
Postgusto, largo y muy bueno.

Si tuviera que definirlo en una palabra, "expresión", es un infanticidio abrirlo ahora, fruta a raudales, sin domar, contundente.
La potencia con control si tiene sentido.