Bendita casualidad

El bueno de Rodolfo buscaba un blanc de noirs pero surgió este rosado rico en aromas que se desvanece y deja en forma de recuerdo un agradable olor a miga de pan. Intuyes un tacto meloso, comes las fresitas del bosque, algo de natas, hay un fresco fondo herbal, es delicado y encierra contundencia.

En la boca es frutal y con un grato punto goloso, meloso, lías, untuoso, agradable punto amargo, sientes el tanino pese a su delicado color, tiene fondo, se agarra, aspecto herbal, crece, no para.

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