Cuando se es Grande

28 meses han transcurrido desde la última botella disfrutada de este gran vino.  ¿Qué me he encontrado?. No comento su presentación por haberlo hecho anteriormente. Si tengo que decir que el corcho, de gran calidad, permanece en perfecto estado, señalando en el mismo la añada y nombre de la bodega. La cara que está en contacto con el vino, muy tintada.

     A la vista mantiene su color rojo picota de capa alta y han aparecido notas rubí. Muy buena, densa, gruesa y lenta lágrima en su discurrir por el cáliz de la copa al que muy débilmente tinta.

     En su fase olfativa mantiene sus ricas y frescas frutas rojas y negras, más débiles, en sazón. Madera de su crianza en segundo plano, manteniendo una fresca y elegante acidez que invita a beber y que le dará más años de vida. También afloran notas balsámicas y de pimienta negra. Los taninos domados.

      En boca es donde mejor le encuentro. Se mantiene fresco, elegante, sedoso, aterciopelado, sin pesadez, con volumen, carnosidad, frutal y mineral. La madera de su crianza, han sido 24 meses, sin sobresalir. Elegante, fresco y frutal paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia, muy agradable, de 4 minutos. ¡Un disfrute de vino!

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