Mineralidad e ilusión.

Ilusionante proyecto el comenzado por esta inquieta pareja formada por Esmeralda García y Jesús Hermida en Pieros(Bierzo). Han recuperado viñedos viejos y muy viejos para comenzar su andadura muy cerquita de Cacabelos. Su primer vino es este clarete Mil Razas, pero continuarán con un tinto berciano y con un Verdejo en Santiuste (Segovia).
A la vista me encuentro con un vino encerrado en una original botella, vestida con una etiqueta de diseño moderno, sencillo y colorista. Con un color fresa y frambuesa, limpio y brillante y con una capa más alta para los habituales rosados o claretes, que aquí es el caso. Buena lágrima que se desliza con finura y elegancia por la copa. Menisco color fresa.
En nariz abundante fruta fresca de cereza, leves notas de fresa, mayuetas o fresas salvajes, cítricos, madera muy integrada, no se percibe.
En boca le encuentro fresco, fino, elegante, con viva y presente acidez, un vino con volumen, frutal, resurgen las frutas de la fase olfativa, leves notas de dulzor aportado por la madera de castaño, mineralidad, madera con escasa presencia, lo agradezco. Un vino que te invita beber. Grato paso de boca y es un vino largo. Me da una permanencia de 2,45 minutos. Dos recomendaciónes: No tomarlo muy frio y el tiempo corre en su favor.