Sorpresa.

Vino encerrado en una botella bordelesa, vestido con una sencilla etiqueta que manifiesta cierto aire de modernidad. Corcho que la cierra de calidad y en perfecto estado e indicando en el mismo la añada del vino.
A la vista un color rojo picota y granatoso de capa media alta, limpio y brillante. Muy buena y densa lágrima que se desliza con pereza por el caliz de la copa. Menisco granatoso y con manifiestas, pero leves, notas violáceas.
En nariz es vinoso. Huele a vino. Con buena carga me encuentro con frutas rojas y negras frescas y en sazón. Notas balsámicas. Madera de su crianza en segundo plano. Leves ahumados de su estancia en madera.
En boca es muy sabroso, elegante, con volumen y cuerpo, mucha carga frutal, equilibrado, mineral y balsámico. Te llena plénamente la boca y te invita a beber. Taninos domados. Madera de su crianza en muy segundo plano. Mantiene una elegante acidez que le dará más vida en perfecto estado. Sus 14 y mucho de volumen en alcohol no aparecen por la copa. Gratísimo paso de boca. Y es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos.
Si este es el tercer vino tinto de la bodega, ¿Como son sus dos hermanos mayores?.
Me han sorprendido las fichas de cata que me han precedido. No hacen justicia al vino que me he encontrado en la copa. Pudiera ser que el año de espera para su consumo han mejorado las percepciones organolepticas del vino.
Precio del vino 8,50 E.