Casi un año después.

He comprado otra botella de las 4 que tenía localizadas, menos mal que no he adquirido más.

Esta botella es un potro salvaje, el vino no acaba de conjuntarse nunca, los aromas siguen siendo frutales y con toques florales, pero en esta ocasión los citricos con poquisimo dulzor, son los que dominan.

La boca es austera, al mismo tiempo casi rugosa y con mucha acidez, se nota la "clase" y el gran armazón, pero se encuentra en un estado salvaje.

Grande la diferencia de la valoración anterior a esta.

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