Botella de 375 ml, color amarillo claro, limpio y brillante.
Nariz de cítricos muy maduros, amielados y algún industrial.
En boca sorprende, es menos dulce que en nariz, apuntes de nuez moscada, equilibrado y elegante, para nada empalagoso.
No tengo ni idea de cómo llegó esta botella a mi bodega, siguiendo las incógnitas me lo encontré abierto el otro día en la nevera, lo había usado mi hijo para cocinar pensando era "un vino blanco", cuando se dio cuenta era un dulce le extrajo el aire y lo guardó.
Un dulce interesante y que marida bien con quesos potentes, foie,...