Color ambarino, turbio, con algún reflejo de color caldero.
Después de jarrearlo, cosa que agradece sobremanera, nos empieza dando notas especiadas de curry,maderas, frutas escarchadas,avellanas tostadas, hojas de cigarro puro...complejidad a tope.
En boca y a pesar de sus años es un cuchillo, con una salinidad y una concentración extarordinarias. Es directo, afilado, indómito, dejando una multitud de sensaciones y sabores complejos. Botella del año 70-71, la pena es su dificultad para poder catarlo y comprobar los milagros que obraban en Domecq con este majuelo de Marchanudo.
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