Color oro viejo. Nariz expresiva, casi de vino dulce, atractivos terciarios, con un fondo confitado. Hay profundidad y concentración. En boca tiene buen ataque, cierto carácter goloso, cremoso, con buena acidez -pero claro viniendo del Hermannshole se nota algo menos de viveza- acentuada por lo que parece ser un ligero azúcar residual. En el retronasal algo de miel ligera y toques de orejones (botrytis). Muy largo y con gran profundidad.

Dorado intense limpio y brillante.
Buena intensidad en una nariz que necesita aire para ganar en definición, al principio se muestra muy maduro y potente, con notas de flor seca, frutas maduras, orejones, mieles, especias, recuerdos herbáceos y cítricos en confitura. Con el aire se va aclarando y muestra trazas más minerales.
En boca es graso y potente, con una buena acidez que lo vertebra y un paso en el que deja constancia de su peso y amplitud, es un estilo de vino más grandilocuente que tiene sus seguidores y detractores. Final largo y con buena persistencia, volviendo los recuerdos de frutas maduras y especias.
Los vinos de Zind-Humbrecht están entre los más prestigiosos en Alsacia con un estilo más marcado y potente, pero con trabajo de viña y elaboración encomiables. Nosotros preferimos los dulces, pero este riesling del Grand Cru Rangen de Thann es un vino de categoría. Unos 60 euros, algo caro.